10 agosto 2008

Ser racional

Trato de ser lógico

sacudiéndome el polvo

del último derrumbe

Aunque sentado sobre los escombros

la razón parece apenas una flor blancuzca

llena de ceniza

Pero a pesar de todo

trato de ser lógico

Pienso en la construcción de un arma eficaz

un escudo de misiles

a cuya sombra

nuestra casa por fin pudiera

protegernos

y pudiéramos entonces

desnudarnos

y conocernos, por fin.

Sin embargo, la ciudad chamuscada

humea por los cuatro costados

y de acuerdo con esta lógica

siento unos deseos irresistibles de fumar

pues un buen cigarrillo suele calmar los nervios

Así que de pronto

me sorprendo imitando el gesto

de un antiguo maestro

quien, antes de iniciar sus disquisiciones,

acostumbraba a encender un pitillo

cubriendo el fuego con las manos

como si se encontrara en medio

de la peor tormenta

y arrojando luego el humo

hacia el desvanecido cielorraso del salón

solía pronunciar estas misteriosas palabras:

nada hay

que no tenga una explicación”

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