27 mayo 2006

La ciudad se disuelve

“Ya no podemos realmente estar de acuerdo: tiemblo

pero es en nosotros que el mundo es enemigo del mundo”

Pier Paolo Pasollini

La ciudad se disuelve

y pronto

no será más que un tenue resplandor

al que asirnos en los días de cordura.

Cadáveres soñando en sus cunas de mimbre

en medio de los escombros

ajenos a la muerte que nos mece con dulzura.

El río que daba a mi habitación

carcome los cimientos.

Libera mis secretos,

objetos vagamente metálicos u orgánicos

que curan momentáneamente la locura.

Mientras

una nueva generación estrena sus alas

bajo la mirada atenta de Dios Padre.

Pronto saltaran desde la azotea

permitiendo que los más hábiles

remonten el vuelo.

Temblor de las aguas sedientas en tus ojos.

aguardando la sacra señal

de una linterna eléctrica

en medio de la niebla.

Nada diríamos.

Gastadas las palabras

que en otra vida nos unieron.

Silencio

que piadosamente nos ampara.

Flores salinas del oleaje,

pájaros abiertos

La marea borra nuestras huellas de la playa

- ni muchas ni profundas-

quiera Dios que lo haga bien.

Del libro "Plaza Berlín"



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